jueves, 18 de junio de 2009

Palabras perdidas...


Lo pienso mil veces y no logro entender,
como es que esto que siento, se me metió así tan dentro...
Lo pienso mil veces más y no puedo aceptarlo,
una derrota así sin haber luchado...
Quiero dejar de pensar y no puedo,
la conciencia me mata, me atormenta, me acorrala...
Vuelvo a pensarlo y sonrío,
no puedo negarlo, te extraño...
Empiezo a sentir y no quiero,
negarme ese abrazo eterno, ese beso fugaz...
Vuelvo a sentir y espero,
de forma extraña ese escalofrío que me recorre el cuerpo de solo pensar tu nombre en mi mente...
No quiero dejar de sentir, pero debo,
debo apartarte de mi vida y no quiero...
Necesito pensarte, verte, sentirte,
siento vacío el cuerpo, y aún más el corazón...
Necesito saberte ahí, presente siempre, aún en las ausencias,
me desespero, me aíslo, me encierro, de saberte lejos, aún más en las distancias...
Dime Tú ¿cómo haces para negar el corazón, liberar la mente, y no estar ahí?
Dime Tú ¿cómo olvido las noches perdidas, los silencios amargos, los besos...?
Sólo dime, dame la respuesta, necesito saberla...porque me ahogo en esta incertidumbre...

lunes, 1 de junio de 2009

Hoy me puse mi antifaz

Hoy me puse mi antifaz,
veía desde dentro, y con toda libertad, sucesos, personas, personajes, y demás.
Todo transcurría, despacio, lentamente, cuadro por cuadro, examinaba uno a uno los detalles de cada actuación y también de cada vivencia.
Hoy me puse mi antifaz,
y descubrí desde mis adentros, alegrías y tristezas, que mi máscara no me deja disfrutar.
Detalles, escondidos, detrás de una mirada, de una sonrisa, detalles que yo no podía mostrar.
Hoy me puse mi antifaz,
y me pregunte para mis adentros, si valía la pena en realidad, si todo aquello de lo que me protegía (o quizás me escondía), merecía estar ahí dentro.
Hoy me puse mi antifaz,
y mi yo interno, mi real personaje o quizás personalidad, gritaba queriendo disfrutar aquello que mis ojos temerosos observaban.
Hoy me puse mi antifaz,
y lloré para mis adentros, de impotencia, de inseguridad, de dolor y frustración, sin saber que esperar, sin saber cómo dar.
Hoy me puse mi antifaz,
y descubrí con pena, que no puedo estar sin él, soy prisionera de su protección, enterrada entre su oscuridad.
Hoy me puse mi antifaz,
una vez más observe desde mis adentros, aquello que nunca llegaré a ser.