sábado, 27 de febrero de 2010

Recuerdos.

Recuerdo cuando jugaba a quererlo, cuando creía cada una de sus palabras, cuando cada suspiro, cada susurro, cada respiración suya, la creía capaz de desaparecer el mundo y crear uno entero en un instante.
Recuerdo cuando me perdía en sus ojos soñadores, esa mirada profunda que me ahogaba y me daba vida en un segundo, que podía hacerme sentir mil y una sensaciones con solo posarse sobre mis ojos.
Recuerdo aquella voz, que se escurría como agua entre los dedos, por los rincones más recónditos de mi corazón, aquella que me podía decir que la luna era de queso y yo creía fielmente en su significado.
Recuerdo cada palabra que salía de su ser, cada cosa dicha, vivida, pensada, soñada, cada uno de los deseos más profundos de su corazón, cada uno de los anhelos de su mente.
Recuerdo todo y más, cada noche al cerrar mis ojos, revivo cada instante de su vida alejada de la mía, cada instante de su tiempo junto a mí, cada uno de los segundos existentes, aún así los haya vivido sin mí.
Recuerdo cada sensación, ese estremecer del cuerpo cuando el tiempo se acercaba para saber de él, cada segundo que parecía eterno porque me separaban de su lado, cada uno de esos sentimientos que creaba en mi.
Todas esas cosas, pasan y se esconden en mi mente, se escabullen entre mi presente, se entremezclan con mis anhelos, engañan a mi corazón.
Recuerdos, aquellos que intento tener guardados mientras ellos se esfuerzan por ser vigentes.
Historias, memorias, sensaciones y vivencias... recuerdos.

jueves, 25 de febrero de 2010

Soledad

Eso que te ahoga en las noches, ese aire que sientes que ya no está, esos silencios que dejaron de ser cómodos...
Miras a tu alrededor, buscando entre tanta gente, sin escuchar el ruido, en cámara lenta, cuadro por cuadro, y no está.
Cómo definir aquella sensación que recorre mi cuerpo, mi mente, mis sentidos, que ahoga mis emociones, que hace naufragar las sonrisas.
Es diferente y es una sola a la vez.
Es todas aquellas personas y ninguna.
Es simplemente soledad.
No hay forma de escapar de ella, sola decide cuando llega, y ella misma decide cuándo se va.
Es inútil luchar contra ella, siempre gana; es más sano dejarla instalarse, sentirse, porque ella con el tiempo se desvanece.
Aún con tanta gente que me quiere al rededor, aún con más gente a la que quiero, siento que me ahogas, soledad.
Es en el ruido de tanta gente en una calle, el silencio que me rodea, donde más te siento.
Es la noche mudo testigo, de tus visitas a mi habitación.
Es sólo ella y yo, quienes sabemos de este romance frustrado, esta relación suicida.
Soledad, muchas y una, soledad.

miércoles, 24 de febrero de 2010

24 Febrero

Odio esta necesidad absurda de querer siempre sentirte cerca,
esa sensación que aún recorre mi cuerpo con solo pensarte.
Aún no logro comprender la lista de sin razones que mi mente inventa para convencer a mi corazón del por qué se enamoró de ti.
En los fatales silencios cuando estamos juntos, me pregunto una y otra vez, cuál fue la causa, qué fue eso que hizo que te necesite tanto como mis células me lo permiten.
Pierdo la comodidad de mi soledad, la tranquilidad que había ganado mis silencios, con el torbellino de tus palabras, el huracán de tus deseos y la sequía de tus besos, la ausencia de ti.
Odio todo aquello que inspiras en mi, todo aquello que desatas en mis sueños, todo en lo que te has convertido dentro de mi vida.
Es extraño pensar en que es lo que hace de ti que te necesite como lo hago, y aun no encuentro la respuesta a tan ambigua pregunta.
¿Será que el amor no conoce de razones y elementos lógicos para existir?
No sé aún cuánto durará esta agonía, porque es un camino al exilio el querer sentirte, una caminata en el desierto sin oasis a la vista, un calvario sin indulto, es solo un camino sin amor.

lunes, 15 de febrero de 2010

Palabras...

Hay cosas en la vida, que simplemente suceden, siguen un curso ya trazado, diseñado, perfectamente estipulado que no deja espacio para cambio alguno.
Hay personas que pasan por tu vida de forma constante, permanecen por temporadas, causan estragos, se van, pero siempre regresan.
Hay pensamientos que penetran tu alma, guardados en el baúl de tu mente, escondidos tras algún sueño, o nacidos de alguna locura.
Hay sueños, historias contadas a alguna estrella, cuentos perdidos en alguna lágrima, guardados en un rincón de tu mente, escondidos tras una mirada perdida.
Cosas en mi vida, personas perdidas, pensamientos presentes, sueños... esos, aquellos que nunca me abandonan.
Eres parte permanente de estas letras, hiciste que pasaran cosas en mi vida, eres una persona perdida en el tiempo, en mis recuerdos, siempre estas presente en mis pensamientos más escondidos, en aquellos que me asaltan en algún momento sin avisar, en aquellos que como hoy, me transportan en el tiempo y en el espacio y me llevan hacia ti sin que siquiera lo sepas, sueños, aquellos en donde todo se detiene, en donde todo tiene motivo y no lo tiene a la vez, donde todo es perfecto, el color del cielo, el silencio, el ruido, la oscuridad y la luz, en donde cada situación es la precisa, es aquella que vuelve todo justo a la medida.
Existen tantas cosas en la mente, en el tiempo, en el espacio, en la vida en si misma que es tan difícil descifrar todo aquello que se siente, aquella mezcla de emociones que nos dejan exhaustos de sentimientos, pero que permanecen, que siempre están presentes, así como tú en cada uno de mis pensamientos, en cada uno de mis latidos.