jueves, 24 de marzo de 2011

Quiero volver a ser niña.

Quiero volver a ser niña.
Olvidar los problemas, incertidumbres, dudas y dolores, dejar atrás todo aquello que lastima mi corazón.
Quiero cerrar los ojos y correr escaleras abajo, abrirlos y tener 5 años, caer en tus brazos y saber que nada malo puede pasar.
Recuerdo los paseos a medio sueño, buscando la habitación en medio del patio, el poder y la fuerza de tus brazos, son ahora tus palabras y tu tierna mirada, tu voz, esa que siempre me reconforta cuando creo que el mundo caerá encima de mí.
Quiero volver a ser niña.
Observarte tras ese Comercio del domingo, interminable para mí, porque me separaba de tu compañía, o aquellos días en que ver tres patines era mis más ansiado sueño.
Recuerdo siempre mis juegos a fuera de tu puerta y debajo de la mesa, el correr siempre a refugiarme tras de ti.
Aún en ocasiones quiero correr a refugiarme en un abrazo tuyo.
Te amo.

miércoles, 23 de marzo de 2011

A veces.

A veces, cierro los ojos y empiezo a soñar, los vuelvo a abrir y continúo soñando, vuelo en medio del aire, suspiro en medio de la nada y soy feliz.
Despierto, y quiero volver a soñar, sonreír, llorar de felicidad, creer y crear una historia real, un sueño, una fantasía que pueda ser real, que quiera ser real.
Sueños, mi vida está hecha de sueños, pierdo la noción del tiempo y del espacio en medio de historias entrelazadas en mi mente, historias vagas de recuerdos pasados, anhelos futuros y medias verdades, medias, siempre a medias.
Nunca es suficiente, nunca basta, nunca llega a la medida exacta, pero tampoco nunca sobre pasa la medida.
Sueños, realidades, mentiras y verdades, nada es como se espera, como se cree, es más, ni siquiera es lo que parece ser.
A veces quiero cerrar los ojos al mundo, a la historia, a la realidad a la tristeza y a la soledad y no lo consigo. Por más que aprieto fuertemente mis ojos, los cierro y los fuerzo profundamente, no es suficiente, el dolor no desaparece, está ahí, intacto, indestructible, cómo si con cada esfuerzo mío creciera en lugar de descender.
A veces quiero simplemente ser, caer rendida, pero seguir cayendo, en un pozo sin fondo, para en lugar de caer, creer que por primera vez estoy volando, y cuando llegue al final, no entender la diferencia.
A veces sólo quiero dejar de creer, cerrar toda posibilidad a mis oídos de escuchar historias, de intentar si quiera prestar atención a aquello que terminará lastimando las hebras finas de mi corazón.
A veces, pero sólo a veces, quiero ser yo, quiero abrazarte y perder el tiempo en tu sonrisa, en tu mirada.
A veces, no quiero despertar, no quiero soñar, no quiero existir.
A veces quiero ser lo que siento, quiero y no quiero dejar de querer.
A veces quisiera que presintieras los latidos de mi corazón, como yo sentí los tuyos en ese interminable abrazo.
Quisiera creer, a veces, quisiera confiar.
A veces... sólo a veces.

En la oscuridad

Oscuridad,
Una luz, fuerte, brillante, bella.
Oscuridad y silencio,
Una melodía, un sonido abierto, grande, dulce.
Espacios ambiguos, espacios juntos y a la vez tan separados.
Momentos errantes, dulces pero agrios a la vez, perfectos pero efímeros.
Historias, pensamientos, ideas, conjuntos de palabras que quieren celebrar, que quieren decir, que quieren hacer sentir más allá de su significado, más allá de su propia razón de ser, porque no existen por existir, nacen por el hecho de llegar al fondo del cajón, y morir en el intento de arrancar una respuesta y ver nacer una nueva historia.
No sé decir te quiero, no sé querer de la forma que esperas.
No sé ocultar mi rostro bajo la oscuridad.
No me conformo con callar mi voz en el silencio ambiguo de tus besos furtivos a media luz.
No logro entender tu amor que no se muestra, que se da a cuenta gotas.
No quiero entregar el corazón y más, sólo por tus dulces besos.
Dulces besos, esos que hacen perder la noción del tiempo, que hacen olvidar la razón de la oscuridad y el silencio, esos que son cómplices.
No sé cómo llegar a ser esa razón, quiero ser la historia, la idea, el pensamiento y el motivo.
Dame un segundo de tu vida sin que te lo pida, y en un segundo te daré mi vida sin que la esperes.

sábado, 12 de marzo de 2011

Quisiera poder llegar a ser la décima parte de lo que eres tú.
El pasado atormenta, cae cual lluvia de invierno detrás de nosotros.
Volteo la vista y en todas las huellas del camino estás tú.
Cada pensamiento, es un suspiro y una lágrima, no logró comprender, no quiero repetir la historia, no sé si quiero gritar, correr o simplemente desaparecer.
Justo en ese rincón oscuro donde se esconden todos mis miedos, ahí donde me atormentan las historias, en el medio del fango, tu luz es aquello que me mantiene, y aunque no lo diga muy seguido eres, has sido y siempre serás la fuerza que impulsa cada uno de mis pasos.
Te quiero más de lo que crees, más de lo que sé, mucho más de lo que demuestro.
Sólo no olvides que tú eres mi fuerza, aunque a veces parezca lo contrario.
Te amo!

jueves, 10 de marzo de 2011

Estrella fugaz

Te perdiste en un punto en el cielo,
en un haz de luz en medio de la inmensidad,
caíste justo al fondo de su brillo,
volaste en una estrella.
En las noches juegas con la luna,
guardas sus secretos,
escondes sus manías,
proyectas su belleza.
En el día,
sueñas, imaginas mil mundos diferentes,
mil colores y formas mágicas,
regalas tus más preciadas fantasías.
Te robaste mis sonrisas,
corriste a través del tiempo con mis recuerdos,
anclaste en una estrella fugaz todos mis defectos,
convertiste mis ojos en tu mirada.
Pienso, sonrío, te extraño,
cual meteorito a punto de estrellarse,
mi ser se alborota por ti,
regresa, no tardes, aquí te espero,
con la luna, las estrellas y nuestros sueños.