sábado, 15 de marzo de 2014

Carta al cielo...

Hola mami,
Te escribo estas líneas con la esperanza que el correo al cielo sea efectivo y pueda llegar a tus manos... lástima que los abrazos y besos no entren en el sobre, porque de ser así te enviaría un millón de cada uno de ellos y aun así no serían suficientes... No sabes cuánto te extraño y la falta que me haces... son tantas las cosas que han pasa
do...  muchas más las que han cambiado desde que te mudaste al cielo que no sé por dónde empezar... No me explico aún como he sobrevivido estos dos años... a veces el tiempo parece tan corto y otras se hace interminable... pero en cada segundo de ellos está impregnada tu esencia...  más de una vez he vivido en silencio la necesidad de un abrazo tuyo... aún creo que te encontraré en casa cuando vuelva del trabajo... cada cosa, cada lugar tiene tu sello personal... incluso mis temores, mis penas, pero sobre todo mis alegrías, mis ilusiones y mis sueños... cada paso que doy es siempre con las enseñanzas que me diste...
Tengo tanto que contarte... nuestros sueños se han ido cumpliendo uno a uno y estoy segura que como siempre tú has tenido mucho que ver...  ya la casa va mejorando te sorprenderías de ver lo bonita que está quedando... que tonta... desde el cielo en tu ventana tú nos ves cada mañana y sabes cómo va todo... la cocina tiene un verde muy bonito y combina con todo... ahora hay más luz en las habitaciones y en el segundo piso una gran ventana muestra la mejor cara de la luna cada noche... Rambo y yo extrañamos mucho tus abrazos... esos que podían curar todos los dolores... los del cuerpo, los del alma y hasta reconstruir un corazón roto... papá te extraña... no lo dice muy seguido, ya sabes cómo es, pero aún tiene triste la mirada... a Manú y a mí nos haces mucha falta, tu voz, tu mirada, tus abrazos, tus palabras, tu sola presencia es irreemplazable...
Tengo un nuevo trabajo...  sé que te encantaría... a mí me encanta... aunque a veces creo que tengo demasiado y aun así estoy inconforme... creo que tú tendrías la palabra perfecta para ello...
A veces te veo en sueños... tengo miedo de olvidar tu olor, el dulce sonido de tu voz y lo cálido de tus caricias... desde arriba siempre escabúllete en mis sueños... solo así puedo sentirte un poquito más cerca...
Hace poco viaje a un lugar maravilloso, parecía volar en medio de las nubes... por un momento pensé en salir y flotar en medio de ellas para llegar a la puerta del cielo y abrazarte en un interminable e infinito segundo...
Imagino en mi mente tu mirada y las conversaciones interminables que tendríamos porque sé que conoces hasta el más íntimo de mis anhelos y temores...
Mamita me haces falta, solo puedo resumir en esta frase todo lo que pasa por mi mente y lo que siente mi corazón... pero eso es algo que tú ya conoces...
No voy a pedir un boleto de viaje hasta donde tú estás por que aún hay muchos sueños por cumplir y no puedo llegar a tu lado sin haber culminado la tarea... pero dame fuerzas, alienta mis ganas y dirige mis decisiones... dale paz a mi alma y consuelo a mi corazón... eleva una oración por nosotros, que estando tú en el cielo llegara más rápido a los oídos de Dios...
Gracias por haberme dado la dicha de ser tu hija y el privilegio de amarte como te amo y de haber sido amada como me amaste y aún me amas... perdona mis debilidades y mis equivocaciones... las penas que pude haberte causado...
Gracias por haberme enseñado tanto... con tu voz, pero sobre todo con tu ejemplo... lamento no haber podido darte todo lo que merecías, todo lo que quise darte, lo que planeaba darte... pero aún quedan muchas promesas por cumplir y aunque tú estés en el cielo cumpliré con mi palabra...
Te amo mamita... no lo olvides, no lo dudes nunca...