Hoy

Hoy es uno de esos días en que piensas que todo en el universo está en contra tuya, uno de esos días en que el cielo no es gris, es negro, como un sendero sin salida, como un callejón oscuro, como un abismo sin final.

Una historia que no vale la pena ser contada por que no tiene final feliz.

Una historia donde el príncipe perdió a su princesa en el camino, donde el sapo se quedo sin beso y a la bella durmiente nunca la despertaron.

Una de esas historias donde no existe el vivieron felices para siempre, donde el drama no es novela, es una tragicomedia real.

la mala suerte no existe, el azar es solo un conjunto de respuestas, acertadas, equivocadas, errores y más errores, la vida es un error fatal.

Hoy es uno de esos días en donde quieres convertirte en avestruz, esconder no solo tu cabeza si no el cuerpo entero bajo tierra, en el fondo de los volcanes, en lo profundo del mar.

Justo en este preciso instante, crees que todo es un desastre, que la vida no tiene solución, que la mala suerte (si es que existe), te persigue irremediablemente.

No hay razón válida, poder humano o sobre humano, que haga que todo mejore, que todo vaya bien, quizás más tarde, quizás mañana, nada ni nadie podrá convencerte de que mañana es otro día.

Quiero llorar, gritar, enojarme, romper todo a mi alrededor y caer rendida.

Soy cobarde, no tengo valor, las palabras escapan de mi boca, se esconden en mi corazón, se guardan en un rincón de mi mente.

Los sentimientos se vuelven aire, el aire se vuelve nada.

Hoy es uno de esos días, uno más de esos días.

Pensamientos de Vida

Siempre pensé que los psicólogos eran una pérdida de tiempo, la única vez que fui a ver a uno, terminé con el corazón roto.

No creo que necesite un psicólogo, creo que necesito aprender a creer más en mí.

Aprender que dentro de mis imperfecciones soy perfecta, que dentro del tumulto de la gente puedo ser una luciérnaga.

Debo aprender que no siempre tengo que ser fuerte, pero también debo dejar de equivocarme adrede.

Aprender que las personas no cambian, sí! no cambian, siempre serán como son.

Nunca digas nunca, reza el dicho, pero sé, que nunca habrá alguien a tu medida, lo que existe es alguien que esté dispuesto a amoldarse a ti, si tú estás dispuesto a amoldarte junto con él.

Quisiera tener la dicha de tener a alguien que me levante el ánimo siempre, pero aprendí también, que siempre te tienes solamente a ti.

La vida está llena de aprendizajes, de subidas y bajadas, y de caminos llanos e intermedios, de caídas en medio del camino y de tormenta y cielo azul.

Es el día a día una mezcla interminable de emociones, de sentimientos guardados y exhibidos en medio de un gran salón, esa mezcla es la que hace nacer las lágrimas y crear bellas sonrisas.

¿Es entonces esto una reflexión?, quizás sólo sea lo que yo misma necesito escuchar, la voz de mi subconsciente que debe decirme lo que soy en realidad.

Es bueno equivocarse, pero es malo reincidir.

Es bueno creer, pero es malo ser crédulo.

Es bueno vivir, pero es dañino sobrevivir.

Sola

Sola en un rincón,

sola a tu lado,

sola entre tanta gente,

finalmente siempre sola.

Sola contigo,

sola sin ti,

sola por decisión,

sola por convicción,

sola en silencio,

sola en la melodía de un susurro,

sola entre líneas,

sola en titular.

Esa soledad suave, de brisa de verano, de rocío en la mañana.

Esa soledad profunda, de sombras y oscuridad.

Sola de una forma, de dos instantes, de cuatro letras, de una eternidad.

Finalmente siempre sola.

En medio de un mundo compartido, la soledad no habita en mi vida, es parte de mí.

Soledad que me arrulla, que se mete en mis pensamientos, que pasea por mis emociones y anida en mi corazón.

Hace que olvide mis anhelos, borra de mi mente los recuerdos, seca de mi piel el sudor.

Soledad, buena o mala.

Soledad, siempre al final.

Soledad que quiero compartir contigo, soledad que sobrevivo sin ti.

Con esos ojos que aún no conozco, esos besos que aún no he probado, las caricias que no se han posado en mi.

Soledad aléjate de mí, pero no me dejes sin ti.

Soledad en compañía,

soledad contigo en mis sueños,

soledad en medio de la nada.

Nada en medio de la soledad.

Necesito

Necesito una palabra, una razón.

Necesito un segundo mágico, un instante eterno, infinito.

Necesito un te odio, la adrenalina de querer hacerte lejos de mi vida.

Necesito un te amo, entender cada cosa que provocas en mi.

Necesito un beso, para recordar el porqué de mis locuras.

Necesito una caricia, para saberte mío aunque no lo serás nunca.

Necesito una mirada, para creerte una vez más.

Necesito una lágrima, para desahogar las inseguridades de mi corazón.

Necesito una canción y torturarme cada instante que estás lejos.

Necesito una fotografía juntos y odiarme por creer que te vez bien junto a mí.

Necesito una excusa, para llamarte y escuchar tu voz.

Necesito una carta, y recordar las razones por las cuales quiero odiarte y no puedo.

Necesito demostrarte que eres todo para mí y no sé cómo.

Necesito saber ¿qué soy para ti? y no puedo preguntar.

Necesito decir tantas cosas y mi voz no se decide a salir.

Necesito demostrarme a mi misma que soy todo lo que tú buscas y más.

Necesito creerme nuestra historia.

Necesito crearnos un final feliz.

Necesito dejar de soñar y empezar a vivir contigo.

Necesito ser yo.

Necesito, te necesito a ti y odio reconocerlo.

La rabia está completamente mal dirigida, quiero desesperadamente dejar de pensar, no de sentir, dejar de imaginar, de hacer conjeturas extrañas, erróneas, dejar de pasar imágenes e historias en mi mente y destrozarme el cerebro sin dejar de pensar por sólo un minuto.

Es, ¿estúpido, ilógico, sin sentido?

No lo sé o quizás no quiero saberlo.

Soy la única culpable de los destrozos en mis pensamientos, pero no sé como dejar de hacerlo.

Necesito una respuesta, una razón.

En este momento preciso, necesito una palabra.

Quiero dejar de ser yo y empezar a ser tú.

Quiero dejar de ser yo y empezar a ser tú.

Ser esa persona que vaga por mis pensamientos, sentir lo que sientes, saber lo que piensas.

Ser aquel nocturno, de promesas olvidadas, de historias ya contadas, de tiempo ya vivido.

Ser aquel de llamadas y mensajes furtivos, de palabras sobreentendidas y sentimientos sobre dimensionados.

Quiero dejar de ser yo y empezar a ser tú.

Ser todos aquellos y uno sólo.

Ser eso que deseo y eso que existe.

Ser más allá de todo y de todos, ser yo sin ser yo, ser yo, siendo tú.

Quiero dejar de ser yo y empezar a ser tú.

Ser ese momento preciso, en donde amanecimos escribiendo.

Ser aquel que estaba presente siempre estando ausente.

Ser, existir sin haberte visto nunca.

Quiero dejar de ser yo y empezar a ser tú.

Ser aquella madrugada de susurros al oído.

Ser aquellas letras para saber que estas ahí.

Ser esa razón por la cual dejaste de existir.

Quiero dejar de ser yo y empezar a ser tú.

Ser más allá de todo, la razón de tus suspiros

Ser en tu mirada la cosa más perfecta.

Ser en mis imperfecciones lo que tú más ames.

Quiero dejar de ser yo... y empezar a ser tú.

Quiero...

Quiero saber que pasa por mi mente,

Quiero tener claras las interrogantes de mi corazón,

Quiero reconocer lo que recorre mi cuerpo cuando te pienso, cuando te recuerdo...

Quiero escribir sólo para ti, para tus ojos, para tu mente, pero en especial para tu corazón.

Quiero entender cada mirada tuya, sin tener que pensar entre líneas.

Quiero poder articular en palabras mis pensamientos,

Quiero desnudar mi mente ante ti,

Quiero aterrizar mis emociones que vuelan en el aire, en medio de tus besos

Quiero que mis palabras no mueran sin haber nacido,

Quiero decirte te amo,

Quiero saber si me amas,

Quiero creerte,

Quiero olvidar el pasado y pensar en hoy.

Quiero salir corriendo a tu encuentro cada día,

Quiero contar los segundos para escuchar tu voz,

Quiero sentir plenamente sin tener miedo, sin negarme este amor.

Quiero poder besarte en medio de la gente,

Quiero mirarte a escondidas y susurrarte amor.

Quiero pasar cada segundo de mi vida a tu lado, sin remordimientos, sin arrepentimientos.

Quiero gritar a los cuatro vientos, que volví a amarte sin razón.

Quiero escribir estas líneas con tus susurros, tus miradas, tus besos...

Deseos profundos...

Quiero enamorarme, es hora de ponerle color a esos ojos que me invaden, sabor a esos labios que rozan mi piel, un olor a esa piel que me hace perder la cabeza.

Ya es tiempo de dejar de soñar, de vivir y hacer realidad mis más preciados anhelos.

Esa mezcla de miradas e historias creadas en una mente atrapada en un cuerpo con deseos de ti.

Ese personaje construido en cada lágrima y en cada suspiro regalado al viento, imaginado con cada deseo insatisfecho, esa palabra que no pudo salir de mi boca aún, creyendo que ese alguien puede ser que seas tú, aún queriendo que ese alguien seas tú, sabiendo que ya no tomo tu mano como antes y que no deseo tus abrazos de la misma forma, pero no sé si sea real, pero sé que no se hará real.

Sueño, desvarío entre lo real, mis sueños y deseos; sólo quiero despertar y saber que existes, que estás, que eres, por mí, para mí....

Vida

Todas aquellas cosas que pasan por tu mente, cada uno de aquellos pensamientos perdidos que navegan en un hilo de emociones.

Sonrisas que se escabullen en medio de la tristeza, dentro de la angustia, ancladas en la desesperanza.

Es un mar de emociones, sensaciones y sentimientos, cosas inexplicables que no se entienden, que sólo existen, que se quedan atrapadas entre la mente y el corazón, que nos crean un nudo en la garganta y se convierten en una lágrima.

Podría resultar ser inestable e incongruente, pero sólo es realidad, aquella que existe en cada uno de nosotros y nos llena de miedos, aquella que se instala en medio de tu vida y te muestra como pasa la vida delante de tus ojos.

Vida, hermosa y difícil palabra que encierra un sin fin de indecisiones y decisiones a medias, miedos y valentías, de historias y finales.

A pesar de todo, y muy a pesar de mí, encierro cada historia, cada segundo en un millón de emociones, atrapadas en mí, dentro de un gesto o una mirada, pero, aún quiero creer, necesito creer, y aprendo a creer nuevamente cada día, por cada mil equivocaciones, un acierto te anima siempre a seguir y te devuelve la esperanza, siempre hacia adelante.

No sé cómo decir... Te Quiero.

Quiero decir tantas cosas pero no me salen las palabras, la voz se pierde entre mis cuerdas vocales y el aire que sale de mis pulmones, mi mente atrapa mis pensamientos, mi voluntad lucha con mis ganas, pelea con mis sentimientos y es arrinconada por el miedo.

Quiero hacer tantas cosas pero no me atrevo, mis brazos lucen cansados antes de empezar, la fuerza se escapa de mi cuerpo, Quiero dejar de sentir, pero no sé cómo, mi corazón va a mil por hora, mi razón se pierde entre excusas, mi imaginación no se detiene.

Quiero querer y a la vez dejar de querer, ansío con locura sentir cada día más, y deseo desde el fondo de mi corazón dejar de sentir.

Quiero... siempre quiero.

No puedo ir más allá, no me permito avanzar, saboteo uno a uno mis pensamientos, deseos y decisiones, derribo cada una de las razones de mi mente, con una sin razón absurda pero que hago valida por mis miedos y temores.

No sé y a la vez conozco la respuesta de cómo avanzar, pero no entiendo, no comprendo o quizás en el fondo no deseo hacerlo.

Mi interior es una mezcla, un sin fin de pensamientos y sentimientos, emociones y excusas que matan las razones más poderosas de mi corazón, que entierran mis anhelos y ahogan mis deseos con la fuerza de mi miedo.

Debo gritarlo a los cuatro vientos o susurrar en tus oídos, dos palabras, un sentimiento, un segundo o una eternidad.

No sé cómo decir... Te Quiero.

Cavilaciones

Cómo explicar el nudo en la garganta, eso que está en medio del pecho, que no me deja ser, que me impide existir, ese algo que atraviesa no solo mi cuerpo, también mi alma, mi mente y cada uno de mis sentidos.

Es una mezcla de sucesos, acontecimientos que desencadenan, sensaciones, emociones y toda la fauna de resultados que emanan de mí.

No me salen las palabras, no puedo conceptuar todo aquello que pasa por mi mente, quisiera de alguna forma arrancarlo de mi ser, y estudiarlo de manera exhaustiva, desmenuzarlo hasta la partícula mas ínfima y descubrir la razón del laberinto que cargo conmigo.

Es difícil sobre llevar las incógnitas que existen en la vida, cuando no consigues descifrarlas, cuando las respuestas se escapan y escabullen de tu conocimiento.

Me ahogo en un vaso con agua, lo sé, pero no puedo evitarlo, o quizás simplemente no quiero hacerlo.

Las respuestas las tengo en mis manos, pero no las puedo descifrar, o tengo miedo de darme cuenta que es lo que imagino, o que ya lo sé y no puedo aceptarlo.

Miles de premisas, de respuestas y preguntas, una sola salida... tus ojos.

Cuando los veo, pierdo la noción del tiempo, me ahogo en mis dudas naufrago en mis miedos y quedo a la merced de ellos.

Todo aquello que flota en mis inseguridades se confabulan y enmudecen mi lengua para no decir lo que grita mi ser, que te necesito como a nadie y me haces falta como el aire.

No sé explicar nada, todo es confuso dentro de la maraña que es mi mente, no logro descifrar las señales, no consigo entender los indicios, sólo tengo clavados en mi mente, tu mirada, tus ojos.

Es difícil no mezclar todo aquello que sucede en mi vida, pero siempre termina todo en tu mirada, aquella mirada que me inunda, me rescata y me envía a un abismo de dudas, aquella mirada tuya que es mi tormenta y mi salvavidas.

Arcoiris

Rojos son tus labios, aquellos con que sueño cada noche, cerca, a sólo un milímetro de mí, y no me atrevo.

Naranja es tu piel, esa que me protege, esos brazos tuyos en donde el mundo me pertenece, ese segundo donde eres mío y yo soy tuya.

Amarillo es tu pelo, ese que me enloquece, que se desliza entre mis dedos, rebelde como tú, como yo, como nosotros, como los instantes a tu lado.

Blancos son tus dedos, aquellos que deslizas por mi piel, que conoce cada uno de mis deseos, que enciende mis sentidos, que nubla mis pensamientos.

Verde tus mejillas, donde descanso mis cabellos, donde reposan mis pensamientos, cerca de tus labios cerquita de tus besos.

Azul de tus pies, que caminan conmigo, a mi lado que me acompañan por la vida, que me siguen en mis alegrías y me levantan en mis tristezas.

Violeta son tus ojos, esos que me matan, que escudriñan, que me desnudan en tu mirada, aquellos que van más allá de lo que pueden ver, aquellos que cerrados reconocen todo de mí.

Esos ojos que son mi más grande perdición, esa mirada que me pierde en el mar de tu deseo.

Arcoiris que eres tú, arcoiris que soy yo, colores que se mezclan que somos tú y yo, nuestro amor de ensueño, de mentiras y verdades, de historias nunca contadas, amor este que llevo guardado en el alma.

Estoy enamorada

Duda, miedo, cobardía, no sé en realidad cuál de todas estas palabras podría definir lo que pasa por mi mente, lo que siente mi cuerpo, lo que ansía mi corazón.

Como para no perder la costumbre no sé exactamente que siento, cómo me siento, o qué es exactamente lo que quiero.

Es difícil explicarme a mí misma, algo que no puedo entender, no encuentro las palabras exactas que definan la rara mezcla en la que me he convertido.

No puedo mirarte a los ojos y no delatarme, no logro disimular este sentimiento desbordante y excesivo que encierra mi ser, es más, osaría decir que esto que me está sucediendo lo planee fría y calculadoramente para que me sucediese en este minuto exacto de mi vida.

No puedo decir que soy la típica enamorada que sueña con rosas y besos en el balcón, tampoco es que desee tu cuerpo con locura desenfrenada, es en este momento exacto de mi vida, en este equilibrio paradójicamente desequilibrado que te deseo de la forma más extraña posible, sin imaginarme siquiera lo que pudiese suceder, deseando e imaginando detalladamente en mi mente, cada micro segundo de aquel encuentro.

De solo imaginar que eso podría suceder esboza en mi rostro una sonrisa.

Conclusión: Estoy enamorada, y a pesar mil veces del miedo dentro mío, quiero gritarlo en todas las direcciones posibles y para quien quiera saberlo, estoy queriéndote con cada una de las células inteligentes pensantes de mi cuerpo, visibles e invisibles al ojo humano, con cada partícula que rodea y compone mi cuerpo, de la forma más simple y compleja que exista.

Es imposible entender como, aún no encuentro en que segundo de mi tiempo se quebró el hilo, no puedo saberlo, y creo que no es necesario descubrirlo, nunca había sido tan feliz infelizmente.

Quizás no me atreva nunca, los pasos para conquistar no me funcionan muy bien, pero aún sin que tú lo sepas eres mío de todas las maneras posibles.

Enamorada... hace tanto tiempo quería sentirlo, pero nunca imaginé que sería tan perfecto, el único detalle es que tú sepas que también es perfecto para ti.

¿Qué más se puede decir del amor?

¿Qué más se puede escribir acerca del amor?

Ese sentimiento tan profundo y complicado, que te lleva al cielo y te destruye en un segundo, aquellas sensaciones que recorren el cuerpo y no se explican con palabras, aquellas razones sin razón que guarda como tesoro el corazón, todas aquellas cosas que son inspiradas en esas 4 letras.

¿Qué es el amor?

Aún no lo sé, va más allá de toda explicación, es eso que sabes que no debes pero quieres, eso que te llena completamente y te sume en la más profunda miseria, eso que aunque no lo tienes y a pesar de las lágrimas te hace feliz.

¿Cómo sé que es amor?

No lo sé, aún no sé si esto es amor, no sé cómo explicar la suma, multiplicación, división y resta de emociones dentro de mí. Todo eso que me niego a sentir, que reprimo de mi mente y de los poros de mi piel cuando te tengo cerca. No sé si es amor, o algo muy parecido al amor.

¿Qué hago con ese amor?

Guardarlo, en lo más profundo de mi ser, al fondo de todos mis más preciados recuerdos, junto a las cosas que añoro en mi vida, como la más bella locura, cómo lo que es, lo mejor que he podido sentir. Sellarlo bajo mil llaves y tirarlas al mar, pasear sobre cada una de las cosas que provoca en mi y torturar mi mente con el recuerdo de sus sueños, ahogarlo en lo más profundo de mis deseos.

¿Amor?

Sí amor, mil veces amor, porque a pesar de la tortura, mil veces amor, a pesar de la resignación y el dolor en silencio, esa sonrisa que se lleva también por dentro, compensa el no ser para ti, el sentirte en mis pensamientos, el tenerte en mis sueños, por cada una de las sonrisas que me regalas, mil veces sí al amor.

Más...

Porqué lo que se tiene nunca es suficiente, porque siempre se pide más, porque uno busca, ansia tener lo que no puede, lo que no debe, lo que no está escrito para sí.

Es difícil, crees que algo tan insignificante sea tan necesario, imprescindible. Crees dentro de ti que no tienes derecho a ello, por tener todo lo demás.

El todo no es suficiente, la alegría no basta, el éxito no llena. Eso que parece tan pequeño, que muchas veces solo te ocasiona problemas, que sólo te lleva a la locura total, eso, es lo que ansía mi corazón.

No puedo explicarlo, no logro comprender, porqué en tanta calma quiero la tormenta, porque justo ahora, deseo con tanta fuerza complicar mi vida.

Imagino esos besos, deseo esos abrazos, ansío con locura esos segundos mágicos tras una eternidad de dolor. Es inaudito querer, desear lo que te lastima, lo que sabes que no es para ti, lo que no está escrito en tu camino.

Quisiera mirar tus ojos y perderme en ellos, escuchar de tu boca lo que siente mi corazón, sentir en tus labios todo lo que mi corazón anhela.

Quiero decirte tanto, y no sabes escuchar, quiero sentir tanto y no quieres estar, quiero darte tanto y tú te vas.

El todo ya no basta, lo que existe es poco, es nada, eso que no se puede tener, es lo que deseo, tenerte a mi lado sin tenerte, sentir sin estar ahí, más siempre más, pero a tu lado, pero contigo.

¿Todo tiempo pasado fue mejor?

Dicen que todo tiempo pasado fue mejor, no sé si será verdad, pero más de una vez mi corazón hubiera dado todo y más por regresar al pasado.

Extraño sentimientos, personas y lugares, pero sobre todo me extraño a mí misma, aquella que solía ser y que no he vuelto a ver más, que aún de vez en mes, se escabulle entre mis sueños y me llena de nostalgia.

Historias, recuerdos vagos, pero emociones muy presentes, todo eso guarda mi mente y atesora mi corazón, ciertamente me pregunto, ¿todo tiempo pasado fue mejor?

Nunca sabré esa respuesta, nunca sabré como se sentirá mi corazón de volver al pasado a pesar de que lo añora con mucha fuerza, pero si le pido al futuro que no deje nada inconcluso en mi presente, para no lamentarme de lo que perdí, de lo que pudo ser y no fue, de lo que deje de sentir, para no preguntarme nunca, ¿qué hubiera pasado si lo hubiera intentado?.

Mar de emociones

Palabras, esas que surgen en mi mente, nacen desde el fondo de mi corazón, aquellas que no dejan de nadar en mis pensamientos.

Letras que se buscan intensamente entre millones, para ser exactas, precisas, pero sobre todo para estar juntas, juntas como tú y yo.

Pensamientos que divagan que nacen y mueren en mi mente, que se deslizan se ahogan se alojan, se esconden y se aíslan, que están ahí, apunto de gritar sin voz, precisos pero silenciosos, pensamientos, que sobreviven dentro de mí sólo con saber que existes.

Como puedo gritar todo esto que tengo dentro sin hacerme daño, como las letras, palabras, pensamientos, sentimientos y demás cosas que provocas en mí pueden sobrevivir sin suicidarse con saber que nunca estarás aquí, que nunca podrás imaginar que existen, como pueden siquiera existir si tú no sabes que nacieron por ti.

Letras, palabras, pensamientos, todos ellos se confunden en mi mente, creando nuevas formas de explicar esto que provocas en mi que va mas allá de lo natural de lo existente, que va más allá, que el amor no puede explicar , esto que ya no sé que es, que solo se siente y no puedo demostrar.

Nociones que existen en mi mente por ti, que se deshojan en palabras, en letras que nacieron de un beso tuyo, que sobreviven con su recuerdo.

Mar de letras, océano de emociones, una gota de tu amor.

Hay días como hoy.

Hay días como hoy en que no sale el sol, se resiste se oculta detrás de caprichosas nubes que impiden su luz.

Hay días como hoy en que el aire es frío, seco, vacío, extraño, te hiela el cuerpo, la mente y hasta el alma.

Hay días como hoy en que el tiempo se detiene, no avanza, todo es gris y no acaba nunca.

Hay días como hoy en que el mundo es un lugar triste, sin color, sin alma, es horrible y pesa.

Hay días como hoy en que la gente no se conoce, camina, avanza y retrocede sin importarle nada, destroza todo a su paso sin importarle razón alguna, sin encontrar el porqué.

Hay días como hoy en que no quiero despertar, en que el sueño debiera apoderarse de mis sentidos, pero los rehúye, en donde el abrir los ojos es una tarea demasiado ardua para una vida sin tareas.

Hay días como hoy en que quiero desvanecerme en el aire, donde me siento tonta, inútil, vacía, pequeña, diminuta en un mundo de gigantes.

Hay días como hoy en que mi cuerpo no soporta mi alma, mi alma reniega de mi cuerpo, y se emprende una guerra interminable en mi cerebro que me impide pensar.

Hay días como hoy que hasta la más diminuta criatura no entiende su existencia, en donde las cosas más simples se vuelven las más complicadas, en donde todo se convierte en Babel y no nos entendemos ni a nosotros mismos.

Hay días como hoy en donde todo se convierte en una montaña rusa que nunca se detiene, en donde la cima se vuelve el piso en un segundo y nunca puedes parar.

Hay días como hoy... días y días, hoy es uno de esos días.

Dormir contigo

Dormir contigo, ¿qué es dormir contigo?

Permanecer a tu lado 8 horas sin mirarnos o siendo uno solo en un interminable abrazo.

Dormir contigo, pegarme a tu pecho enredarme entre tus brazos sintiendo tu respirar cerca de mi corazón.

Dormir contigo...

Compartir un lado de la cama, mirar al techo, pensar, cerrar los ojos e imaginar que duermo, que sueño contigo.

Dormir contigo, aferrarme a tu cuerpo, adueñarme de ese instante de ese tiempo vacío o lleno de ti, de mi, de nosotros o del tú y yo que ya no existe y se desvanece en el aire.

Ese espacio en medio de la cama, ese vacío inmenso, pequeño, infranqueable, eso que te hace tan lejos, tan cerca, eso que me hace desearte teniéndote, ese espacio que hace que hacer el amor sea tan de ayer sintiéndote hoy.

Dormir contigo...

No sé si duermo contigo, o en mis sueños duermes a mi lado, no entiendo si comparto la cama o somos uno en espacios diferentes, no comprendo si duermo contigo o hago el amor en el aire, no me hallo en tu pecho, en tus latidos, en tus suspiros, en ese aire que comparto contigo en mi habitación, en ese techo que los dos miramos para no vernos a los ojos una vez mas y no encontrarnos perdidos en un vacío sin límites.

Dormir contigo, durmiendo sola, durmiendo contigo soñando sola, durmiendo sola soñando contigo.

Felicidad

Hace mucho que no estaba así tan a oscuras y con una sonrisa tan eterna.

Simple.

Fue tan esperado, tan sincero, tan inmenso.

Felicidad.

Esa explosión dentro del cuerpo, millones de sensaciones que hacen de esa sonrisa imposible de borrar.

Felicidad.

Ese momento mágico, eterno e instantáneo, eso que no se explicar.

Siempre he pensado que la felicidad son instantes, segundos precisos en donde toda la energía del universo se confabula para lograr estallar en armonía.

Hoy en este instante, en esta oscuridad infinita, siento toda la luz dentro, siento explosiones constantes de energía, estallando sólo para que este momento sea perfecto.

No quiero pensar, sólo sentir y ver que no se borra de mi rostro este reflejo extraño impredecible e ingrato, esta sonrisa que quisiera durara una eternidad.

Nadie lo sabe pero alegra, una noche, un día, la semana entera, el mes, el año, quizá toda una vida.

En este instante mágico no quiero pensar en nada más que en esta felicidad.

Gracias.

Buenas Intenciones

Dice una frase muy conocida, el infierno está lleno de buenas intenciones.

Buenas intenciones... siempre hay buenas intenciones en todo, incluso en aquellas cosas impulsivas, alocadas y desenfrenadas que a veces hacemos, pues al momento en que se hacen no se piensa en hacer daño a alguien o lastimar (directa o indirectamente) a alguien.

Pero eso, buenas intenciones.

Estuve pensando, analizando de alguna forma, todas las cosas que he hecho, pero que no quise hacer pero terminé haciendo pero no me arrepiento aunque no volvería a hacerlas, y si pues, esas cosas también están llenas de buenas intenciones.

Quisiera poder ir más allá de las buenas intenciones, pero siempre hay algo que lo impide un factor externo, o a veces quizás un factor interno también.

Pero hay algo que siempre pasa, las buenas intenciones siempre terminan mal, por más que pienses que lo haces bien, que tus pensamientos son los mejores en ese momento, o en todo caso, no pensaste en ese momento, siempre esas buenas intenciones terminan mal.

Buenas intenciones, ¿tú también tienes buenas intenciones?

¿Que será?

¿Qué será eso que tiene tu piel?

Los pensamientos, las sensaciones que producen en mi tus besos, ¿pasión, deseo, atracción?

¿Qué será eso que tiene tu voz?

El instante, el momento, el aire, ¿magia?

Produces tantas cosas en mí, que no sé por dónde empezar, una explosión en cada poro de mi piel, pero no es suficiente.

Todo eso que sacas de mí, no basta. No logras encender mi corazón, no te apoderas de mi mente, eres una fugaz ilusión que atrapa mis sentidos en un segundo, y los libera sin dejar huella en él.

Quisiera retenerte en mi memoria, atraparte en mi piel, llevarte tatuado en el alma, como alguna vez.

Quisiera escapar del mundo en un beso tuyo, ir a la luna en tus brazos, no despertar jamás.

Quisiera regresar el tiempo y quedarme en aquel instante en que te amé.

No consigo recordar aquello que me hizo idolatrarte, esas mariposas en el estomago, o como soñaba con tu mirada, con tus besos.

Quisiera volver al pasado, quisiera ir al futuro, quisiera quedarme en el presente, pero tenerte ahí, tener aquel sentimiento conmigo.

A pesar de tus caricias, de tus besos robados, me apasionas, me deseas, pero no nos amamos.

Es efímera la pasión, es frágil la locura de caer en tus brazos, es solo una burbuja de aire que volvamos a ser tú y yo, sin ser tú y yo.

Dibujo

Lentamente hago los primeros trazos, despacio la primera línea se dibuja en el papel.

Tus manos se empiezan a moldear con detalle, creando en ellos cada surco que define tu tiempo.

Subo lentamente en mis líneas, dibujando tu pecho, en donde albergas todos esos sentimientos, donde escondes todos tus temores, donde guardas tus mas preciosos tesoros.

Tu rostro se perfila en aquella hoja, entre surcos e imperfecciones que de forma perfecta encajan en ti; los labios de donde brotan materializados tus más bellos pensamientos, tus ojos, que llevan a lo más profundo de tus secretos.

Aquel lápiz esa tarde, da cuenta de cada uno de los detalles que mi mente con mi mano conocen de ti; mientras este avanza en el pedazo de papel, en mi mente mi mano va recorriendo uno a uno aquella textura que me estremece, ese contacto que me hace cerrar los ojos y seguir viéndote ahí, conociendo cada uno de tus poros.

Mi dibujo va más allá, intento plasmar en este instante, todo el tiempo que te llevo grabado en mi mente, todo eso que me hace sentir el pensarte, deseo que esta imagen refleje el cómo te llevo tatuado en mi vida.

Finalmente, me doy por vencida; este papel no puede llevar todo esto que en mi provocas, todo esto que me has regalado, todo lo que hoy soy por ti.

Nada

Ansío desesperadamente desaparecer, desvanecerme en medio del aire, disolverme, hacerme aire, volverme nada, simplemente desaparecer.

No quiero morir, no quiero cambiar de lugar, quiero integrarme en el espacio, ser materia junto a la inmateria y desmaterializarme.

Deseo de forma maniática dejar de pensar, quitar cualquier esbozo o vestigio de actividad en mi cerebro, volverlo inerte, sin sensación o reacción, desaparecer fantasmas ficticios o reales, hacerlo simplemente restos de lo que alguna vez fue.

No entiendo este desgano, desidia, fastidio, enojo, por todo aquello que alguna vez formó parte de mí.

Este odio repentino de recuerdos de sensaciones y sentimientos, esta rabia contenida hacia dentro mío, esto que carcome desde dentro sin saber por qué.

La verdad es que ni siquiera me motiva explicarme esto, no me importa, ni me interesa de forma alguna, saber qué es lo que le acontece a mi vida. Sentada como cruel y vacía espectadora, veo pasar lentamente, toda mi vida en una película, sin final sin futuro, sin nada que dar.

No sé si quiero realmente salir de este estado, no sé si aún quiero permanecer en él. He perdido todo aquello que podría dar respuestas en alguna cama, en algún beso, en alguna falsa caricia. no importa ya nada de todo aquello guardado, no tiene razón de ser ya nada de lo que ha dejado. Sólo queda una envoltura, rasgada, usada, vacía, nada en medio de la nada.

Quisera

Quisiera escribir palabras de amor, aquellas que lleguen a lo más profundo del corazón, aquellas sinceras frases que convierten toda la atmósfera, aquellas que te enchinan la piel y te hacen chiquito el corazón.

Quisiera poder sentir aquellas cosas indescifrables e indescriptibles que hacen que el mundo sea maravilloso y un infierno a la vez, aquellas cosas que hacen que no dejes de pensar, aquello que te hace morir y resucitar.

Quisiera que de mi corazón salieran todas aquellas historias que te digan cuanto pienso en ti, que revelen mis más profundos sentimientos y desnuden mi alma ante tus ojos.

Pero no siento, no escucho, no puedo darte todo eso que quisiera y más.

Mi mente está en sequía de frases de amor, mi corazón está vacío de emociones, mis sentimientos se fueron de vacaciones; mi cuerpo se ha convertido en una caja sin nada dentro, en una envoltura carente de los más hermosos contenidos.

Quisiera extrañarte de manera imperiosa, necesitarte de forma desenfrenada, querer salir corriendo a tu encuentro, como alguna noche lo imagine, pero no puedo, mi mente, mi corazón, mis sentidos completos se niegan a sentir, huyen de cualquier indicio de emoción.

Tengo miedo, pánico, pavor de querer.

Me hiela la sola idea de derramar una lágrima, me inmoviliza esa visión de ti dejándome en algún lejano o cercano futuro.

Quiero y no quiero enamorarme, quiero y no quiero quererte. Las razones y los recuerdos me anulan los sentimientos, me bloquean el corazón.

Pero en el fondo, en aquella luna llena, encontré tus ojos, tu sonrisa, tu voz en el viento de aquella playa, en aquella luna llena, me encontré contigo, dentro de mí.

Recuerdos.

Recuerdo cuando jugaba a quererlo, cuando creía cada una de sus palabras, cuando cada suspiro, cada susurro, cada respiración suya, la creía capaz de desaparecer el mundo y crear uno entero en un instante.

Recuerdo cuando me perdía en sus ojos soñadores, esa mirada profunda que me ahogaba y me daba vida en un segundo, que podía hacerme sentir mil y una sensaciones con solo posarse sobre mis ojos.

Recuerdo aquella voz, que se escurría como agua entre los dedos, por los rincones más recónditos de mi corazón, aquella que me podía decir que la luna era de queso y yo creía fielmente en su significado.

Recuerdo cada palabra que salía de su ser, cada cosa dicha, vivida, pensada, soñada, cada uno de los deseos más profundos de su corazón, cada uno de los anhelos de su mente.

Recuerdo todo y más, cada noche al cerrar mis ojos, revivo cada instante de su vida alejada de la mía, cada instante de su tiempo junto a mí, cada uno de los segundos existentes, aún así los haya vivido sin mí.

Recuerdo cada sensación, ese estremecer del cuerpo cuando el tiempo se acercaba para saber de él, cada segundo que parecía eterno porque me separaban de su lado, cada uno de esos sentimientos que creaba en mi.

Todas esas cosas, pasan y se esconden en mi mente, se escabullen entre mi presente, se entremezclan con mis anhelos, engañan a mi corazón.

Recuerdos, aquellos que intento tener guardados mientras ellos se esfuerzan por ser vigentes.

Historias, memorias, sensaciones y vivencias... recuerdos.

Soledad

Eso que te ahoga en las noches, ese aire que sientes que ya no está, esos silencios que dejaron de ser cómodos...

Miras a tu alrededor, buscando entre tanta gente, sin escuchar el ruido, en cámara lenta, cuadro por cuadro, y no está.

Cómo definir aquella sensación que recorre mi cuerpo, mi mente, mis sentidos, que ahoga mis emociones, que hace naufragar las sonrisas.

Es diferente y es una sola a la vez.

Es todas aquellas personas y ninguna.

Es simplemente soledad.

No hay forma de escapar de ella, sola decide cuando llega, y ella misma decide cuándo se va.

Es inútil luchar contra ella, siempre gana; es más sano dejarla instalarse, sentirse, porque ella con el tiempo se desvanece.

Aún con tanta gente que me quiere al rededor, aún con más gente a la que quiero, siento que me ahogas, soledad.

Es en el ruido de tanta gente en una calle, el silencio que me rodea, donde más te siento.

Es la noche mudo testigo, de tus visitas a mi habitación.

Es sólo ella y yo, quienes sabemos de este romance frustrado, esta relación suicida.

Soledad, muchas y una, soledad.

24 Febrero

Odio esta necesidad absurda de querer siempre sentirte cerca,

esa sensación que aún recorre mi cuerpo con solo pensarte.

Aún no logro comprender la lista de sin razones que mi mente inventa para convencer a mi corazón del por qué se enamoró de ti.

En los fatales silencios cuando estamos juntos, me pregunto una y otra vez, cuál fue la causa, qué fue eso que hizo que te necesite tanto como mis células me lo permiten.

Pierdo la comodidad de mi soledad, la tranquilidad que había ganado mis silencios, con el torbellino de tus palabras, el huracán de tus deseos y la sequía de tus besos, la ausencia de ti.

Odio todo aquello que inspiras en mi, todo aquello que desatas en mis sueños, todo en lo que te has convertido dentro de mi vida.

Es extraño pensar en que es lo que hace de ti que te necesite como lo hago, y aun no encuentro la respuesta a tan ambigua pregunta.

¿Será que el amor no conoce de razones y elementos lógicos para existir?

No sé aún cuánto durará esta agonía, porque es un camino al exilio el querer sentirte, una caminata en el desierto sin oasis a la vista, un calvario sin indulto, es solo un camino sin amor.

Palabras...

Hay cosas en la vida, que simplemente suceden, siguen un curso ya trazado, diseñado, perfectamente estipulado que no deja espacio para cambio alguno.

Hay personas que pasan por tu vida de forma constante, permanecen por temporadas, causan estragos, se van, pero siempre regresan.

Hay pensamientos que penetran tu alma, guardados en el baúl de tu mente, escondidos tras algún sueño, o nacidos de alguna locura.

Hay sueños, historias contadas a alguna estrella, cuentos perdidos en alguna lágrima, guardados en un rincón de tu mente, escondidos tras una mirada perdida.

Cosas en mi vida, personas perdidas, pensamientos presentes, sueños... esos, aquellos que nunca me abandonan.

Eres parte permanente de estas letras, hiciste que pasaran cosas en mi vida, eres una persona perdida en el tiempo, en mis recuerdos, siempre estas presente en mis pensamientos más escondidos, en aquellos que me asaltan en algún momento sin avisar, en aquellos que como hoy, me transportan en el tiempo y en el espacio y me llevan hacia ti sin que siquiera lo sepas, sueños, aquellos en donde todo se detiene, en donde todo tiene motivo y no lo tiene a la vez, donde todo es perfecto, el color del cielo, el silencio, el ruido, la oscuridad y la luz, en donde cada situación es la precisa, es aquella que vuelve todo justo a la medida.

Existen tantas cosas en la mente, en el tiempo, en el espacio, en la vida en si misma que es tan difícil descifrar todo aquello que se siente, aquella mezcla de emociones que nos dejan exhaustos de sentimientos, pero que permanecen, que siempre están presentes, así como tú en cada uno de mis pensamientos, en cada uno de mis latidos.

Una noche de enero

Una noche de enero.

Una luna llena.

Dos pensamientos.

Un sentimiento.

Una llamada.

Tu voz al otro lado de la linea...

...

Una noche de enero.

Una luna llena.

Un pensamiento.

Un sentimiento.

Un silencio.

...

Muchas noches,

sin luna llena.

Pensamientos perdidos.

Sentimientos guardados.

Silencios furtivos.

...

Días, noches, sueños.

Recuerdos, palabras, sentimientos.

Pensamientos, silencios...

Todo en una noche de enero...

Hace muchas lunas ... como esta noche.

Muñeca de Cristal y Madera

Una muñeca de cristal en una caja de madera, una muñeca de madera en una urna de cristal. Cristal y madera.

Madera para tallar, enseñar y moldear.

Cristal, suave y delicado.

Madera por su fortaleza, fuerza y resistencia.

Cristal porque si la dañas te lastima.

Esa caja de madera; indescifrable, impenetrable que no te deja ver su contenido. Bella pero al fin y al cabo sólo madera.

Esa urna de cristal que te muestra su transparencia, su contenido, que no se guarda nada, no tiene secretos, bella pero fría; sólida e inerte; sin historia.

Muñeca tú, de madera y de cristal, ojos de esmeralda, manos finamente talladas muestran el paso del tiempo.

Muñeca de madera y cristal, corazón de piedra, centro de algodón.

Madera y cristal, extraña combinación.

Madera para resistir los embates del tiempo, las caídas en su historia, las marcas de su destino. Cristal suave, frío, bello. Mezcla de percepciones que te llevan al éxtasis.

Bella muñeca de Cristal y Madera. Cristal que amo, madera que me sostiene, fuerte y delicada. Muñeca de Cristal y Madera, en una urna de cristal y madera. Protegida y expuesta, fuerte y vulnerable, me tienes atrapado entre tu cristal y tu madera, preso de tus ojos, esclavo de tu corazón, muñeca de cristal y madera.

Nostalgia de Sentimientos, Añoranza de Emociones

Existen cosas en la vida, que no debieran de cambiar nunca, existen historias en la mente, que deberían ser olvidadas, existen sentimientos en el corazón y dentro del alma, que deberían dejar de sentirse y otras que deberían impregnarse dentro de sí para no olvidarse nunca.
Las cosas aquellas, que te producen suspiros, los sentimientos esos que te regalan sonrisas, todos aquellos que te hacen feliz, que al volver, al ser evocados por tu memoria te vuelven a hacer feliz, todos ellos, parte de tu vida, me son escurridizos en mis horas de melancolía.
Estas sensaciones extrañas que vuelven hacia mí, que no dejan el tiempo pasar en mi mente, que sólo suceden en mi vida, sin ser invitadas.
Unos ojos extraños que miran tras el vidrio de una fría ventana en una noche sin luna y con lluvia, mira como un triste espectador, su propia vida, sus propios sentimientos, como alguien ajeno que añora la felicidad de otro.
Siento mi alma salir de mi cuerpo y espectar de forma pasiva y sin reaccionar una vida que pasa sin emociones, con sentimientos prestados, con deseos forzados, con metas perdidas.
Un cuarto oscuro, un camino cerrado, ojos vendados directo al abismo historias bañadas en lágrimas perdidas sin razón.
Esta sensación de añoranza, deseo, melancolía y tristeza sin fundamento se apodera de mí.
Historias pasadas ya no son suficientes, memorias felices ya no bastan, luna llena ya no lo es todo.

Camino a Ventanilla

Total oscuridad, te asomas por la ventana, levantas la mirada, miles de estrellas iluminan ese cielo que tantas veces te vio llorar, bajas la mirada, por un momento cierras los ojos, los abres, miles de estrellas más iluminan, no el cielo, la tierra, aquella que te ha visto sonreír miles de veces.

Estrellas, luces que encienden la oscuridad, que atrapan la noche y la encapsulan, la minimizan.
Luces, esas que iluminan un camino, una calle, una lágrima una sonrisa.
Mientras iba en aquel carro, en total oscuridad, con una mano en el respaldar de un asiento de la couster, camino a Ventanilla, pensaba, imaginaba, soñaba, me dejaba llevar, subía a una alfombra mágica, cerraba mis ojos, pensaba e imaginaba, mi vida, tus ojos, sonrisas perdidas en el baúl de mi memoria, instantes mágicos arrinconados en las esquinas de mi corazón.
Cuanto he cambiado, como ha pasado el tiempo, esas dos horas que duraba aquel camino con luces y a oscuras, hacia volar mi mente, imaginando cosas imposibles, sintiendo cosas imposibles, deseando cosas imposibles.
Pensar, imaginar, soñar, como duele, como hace bien, te mantiene despierto, vivo, te anima a seguir, pero te hunde la realidad, te destroza el hoy, te arrincona el no poder, el no será, el eso no sucederá.
Melancólicamente triste, recostada en esa ventana, una lágrima cae por mis tristezas escondidas, por mis sueños frustrados, por mis besos perdidos.
Melancólicamente triste, recorría ese camino, con miles de razones para ser feliz, y miles de razones para llorar, mis tristezas, ínfimas historias que le ganan a mis alegrías: posesiones invaluables.
No eres tú, soy yo.
Soy yo que no te olvido, soy yo que no es suficiente para mí lo que ya tengo, soy yo que persigo mis sueños aun pensándolos imposibles, soy yo que siempre espero y quiero más de los demás, más de mí, más de ti.
Llegué a mi destino, otra vez la realidad, aquella lágrima se quedó junto con mis pensamientos, en ese recorrido, en esa couster, en ese camino rumbo a Ventanilla.

Besos

Se acercan lentamente, labios desconocidos besos furtivos, perdidos en el segundo aquel en donde mi mundo se detenía, mi corazón volaba, y solo moría en ese beso.
...
Tus besos, llenos de amor, pasión, deseo, dulzura.
Besos fuertes, cálidos, tiernos.
Esos besos que deseo, extraño, siento míos y siento culpables, por quererte como te quiero.
Besos aquellos que al cerrar mis ojos siento en mis labios.
Besos que ya no tengo, no sé como volver a tener.
Besos que deseo con toda la fuerza de mi corazón.
Esos tus besos, que me paralizan el alma, me devuelven a la vida.
...
Furiosos, pareciera que con rabia.
Aquellos labios que con fuerza parecen arrancar en un segundo, todo aquello que aborrecen.
Aquellos besos que en un instante desean darme amor.
Magia perdida en un instante, magia que no es mágica.
Besos que no llenan.
Deseo, pasión sin amor.
Besos perdidos, besos caídos, besos que no siento.
...
Tus besos, sus besos... mis besos...
...
Mis besos son tuyos, pero se los doy a él.
La magia es tuya, pero él quiere poseerla.
Amor, sólo tú, sólo tus besos, sólo contigo.