sábado, 23 de febrero de 2013

Nada...

Mi tiempo se detuvo en el instante mágico en que me hipnotizó tu sonrisa.
El cielo se abrió al descubrir tus ojos sobre los míos.
El mar volvió a la calma cuando tus labios rozaron mi piel.
El mundo se hizo paraíso en un segundo solo con mirarte.
Las estrellas caen una a una...
Y la tierra se hace transparente.
Todo corre y gira...
Se vuelve eterno y mágico...
Todo porque somos dos...
Porque somos tú y yo.
De promesas esta lleno el tiempo, el viento, de lágrimas esta llena el mar, la lluvia, de besos...
Esos tus besos...
De ellos esta llena mi piel...
Pensar si retroceder o avanzar, morir en un segundo y luego resucitar...
Cerrar los ojos y observar con el alma a tu alma...
Callar y en silencio soñar...
Despertar y volar...
Tu voz escuchar...
Caer al fondo del abismo y encontrar, descubrir el fin del arco iris...
Volver a nacer, empezar...
Desde aquel beso, esa mirada, aquel silencio...
Hacer eterno e infinito un segundo.
Figuras, en negro y a color, un esbozo de mis sueños, un retrato de mis deseos.
Quemarse por dentro en mudo sufrimiento...
Mi mundo se detuvo en un instante, en un segundo, con una lágrima, mi espacio se hizo nada...
La nada es el todo...
Mi todo eres tú...

domingo, 17 de febrero de 2013

Pensamientos de una noche sin luna...

Han pasado muchas lunas desde que te vi sonreír... 
Han nacido miles de suspiros desde que escuché tu voz... 
Han quedado suspendidos en el aire todos los besos nacidos de mis labios que no llegaron a morir en los tuyos... 
Se ha recorrido demasiado camino desde que ya no estas junto a mi... 
Aprendí con el tiempo a sonreír con la mirada y a llorar con el alma... 
Aprendí del silencio lo poderosa que es la voz de mi corazón... 
Aprendí de la incertidumbre, que mi mente a veces me juega malas pasadas y aprendí de la soledad lo valiosa que es una existencia... 
Dejé colgados en mi mente las fotografías de la felicidad... 
Y encontré publicadas en mis recuerdos recientes imágenes de soledad... 
Busqué en el fondo del mar las mil y una estrellas que conté junto a ti... 
Dejé que el calor del sol consumiera el frío dolor de una sonrisa sin ti... 
Hoy que el sueño huye de mi cuerpo, se sientan en mi salón la tristeza y la melancolía, haciendo una reunión amena buscando quedarse junto a los recuerdos... 
La sonrisa perdida encontró el camino a casa, pero aún así no pudo expulsar a la soledad. 
He vivido muchas vidas sin ti... 
Pero hoy, solo recuerdo una noche contigo.