lunes, 1 de junio de 2009

Hoy me puse mi antifaz

Hoy me puse mi antifaz,
veía desde dentro, y con toda libertad, sucesos, personas, personajes, y demás.
Todo transcurría, despacio, lentamente, cuadro por cuadro, examinaba uno a uno los detalles de cada actuación y también de cada vivencia.
Hoy me puse mi antifaz,
y descubrí desde mis adentros, alegrías y tristezas, que mi máscara no me deja disfrutar.
Detalles, escondidos, detrás de una mirada, de una sonrisa, detalles que yo no podía mostrar.
Hoy me puse mi antifaz,
y me pregunte para mis adentros, si valía la pena en realidad, si todo aquello de lo que me protegía (o quizás me escondía), merecía estar ahí dentro.
Hoy me puse mi antifaz,
y mi yo interno, mi real personaje o quizás personalidad, gritaba queriendo disfrutar aquello que mis ojos temerosos observaban.
Hoy me puse mi antifaz,
y lloré para mis adentros, de impotencia, de inseguridad, de dolor y frustración, sin saber que esperar, sin saber cómo dar.
Hoy me puse mi antifaz,
y descubrí con pena, que no puedo estar sin él, soy prisionera de su protección, enterrada entre su oscuridad.
Hoy me puse mi antifaz,
una vez más observe desde mis adentros, aquello que nunca llegaré a ser.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Antifaz... yo he sido, y suelo ser prisionero de él. He sido feliz sabiéndome (o imaginándome) "mejor" con él, dejando a ese yo real adentro, en un cuartito oscuro, viendo todo pasar... Divertido era, pues, ser quien no era. Cada vez más me he ido convenciendo de que, por más que se quiere, no me lo puedo quitar...
Lo más preocupante es que a veces, me gusta llevarlo puesto.

Con K. dijo...

Un antifaz que nos ayuda a pasar esas mañanas que parecen nunca terminar, que nos ayudan a sostenernos aun cuando nuestra alma se consume en esas noches vacias... que por vacias duelen y nos obligan a buscar esa razon para seguir viviendo.

Pero un antifaz, es el borroso espejismo de nosotros, que nos cubre mas que el rostro pues nos cubre el alma.

sabes? mi antifaz esta lleno de recuerdos. ... solo recuerdos.

Saludos.

Gesshoku dijo...

¿Sabes? A veces debes dejar de lado ese antifaz que impide demostrar bien quién eres, que impide que disfrutes la vida tal como es, y que sólo te deja con las ganas de haber vivido lo que ya pasó.

A veces sólo hay qué arriegarse al mundo, que a la gente no le importe lo que en verdad eres, y acostumbrarte al dolor, porque así como hay dolor, también puedes encontrar la auténtica felicidad, sin máscaras ni antifaces.

Te deseo mucha suerte. Sé que todos alguna vez hemos tenido una máscara, pero algún día debe llegar el momento de quitársela. Sólo arriésgate y nunca te rindas.