Siempre pensé que los psicólogos eran una pérdida de tiempo, la única vez que fui a ver a uno, terminé con el corazón roto.
No creo que necesite un psicólogo, creo que necesito aprender a creer más en mí.
Aprender que dentro de mis imperfecciones soy perfecta, que dentro del tumulto de la gente puedo ser una luciérnaga.
Debo aprender que no siempre tengo que ser fuerte, pero también debo dejar de equivocarme adrede.
Aprender que las personas no cambian, sí! no cambian, siempre serán como son.
Nunca digas nunca, reza el dicho, pero sé, que nunca habrá alguien a tu medida, lo que existe es alguien que esté dispuesto a amoldarse a ti, si tú estás dispuesto a amoldarte junto con él.
Quisiera tener la dicha de tener a alguien que me levante el ánimo siempre, pero aprendí también, que siempre te tienes solamente a ti.
La vida está llena de aprendizajes, de subidas y bajadas, y de caminos llanos e intermedios, de caídas en medio del camino y de tormenta y cielo azul.
Es el día a día una mezcla interminable de emociones, de sentimientos guardados y exhibidos en medio de un gran salón, esa mezcla es la que hace nacer las lágrimas y crear bellas sonrisas.
¿Es entonces esto una reflexión?, quizás sólo sea lo que yo misma necesito escuchar, la voz de mi subconsciente que debe decirme lo que soy en realidad.
Es bueno equivocarse, pero es malo reincidir.
Es bueno creer, pero es malo ser crédulo.
Es bueno vivir, pero es dañino sobrevivir.
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